Arabia Saudita o Arabia Saudí, denominada oficialmente Reino de Arabia Saudita, es un país de Asia Occidental ubicado en la península arábiga, cuya forma de gobierno es la monarquía absoluta.
Limita con Jordania por el noroeste, con Irak por el noreste, con Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Catar y el golfo Pérsico por el este, con el mar Rojo por el oeste, y con Omán y Yemen por el sur, además de estar conectado con Baréin, a través de la calzada del Rey Fahd. El país posee 2 149 690 km² de superficie, y contaba con una población de más de 29 millones de habitantes en 2012. Su liderazgo en la exportación mundial de petróleo la ha convertido en una de las veinte economías más grandes del planeta. Es también denominada como «la tierra de las mezquitas sagradas» en referencia a la Gran Mezquita en La Meca y la Mezquita del Profeta en Medina, los dos lugares más sagrados del islam, a los cuales les está estrictamente prohibido el acceso a los no musulmanes.
La Casa de Saud dio lugar al primer Estado saudí, el Emirato de Diriyah, que más tarde se derrumbó en la guerra otomana-wahhabi entre 1811 y 1818 y el segundo Estado saudí, el Emirato de Nechd, que duró de 1824 a 1891. La monarquía moderna fue fundada por Abdelaziz bin Saud, quién realizó unas conquistas que iniciaron la unificación en 1902 con la toma de Riad, actual capital del país. El Estado saudí moderno comenzó en 1932 y el gobierno ha sido una monarquía absoluta y una teocracia desde sus comienzos, basada en una aplicación extremista de los principios del islam. Hoy en día representa una de las últimas seis monarquías absolutas del mundo. Se ha llamado al movimiento religioso wahhabismo, dentro del sunismo, «el rasgo predominante de la cultura saudí». El reino y su línea oficial se adhieren completamente a los preceptos islámicos, con una de las más rigurosas interpretaciones de la sharia del planeta.
Se descubrió petróleo en 1938, convirtiendo a Arabia Saudita en uno de los mayores productores y exportadores del mundo, con unas reservas probadas solo superadas por las de Venezuela. El reino es un país de ingresos altos con un alto índice de desarrollo humano, y es el único país árabe que forma parte del Grupo de los 20. Sin embargo, la economía de Arabia Saudita es la menos diversificada de las presentes en el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo.
La mayor parte de los derechos humanos y libertades fundamentales están prohibidos o seriamente restringidos en el país. Los actos homosexuales son condenados habitualmente con la muerte, hasta junio de 2018 las mujeres no podían conducir vehículos y el derecho al sufragio femenino no se reconoció hasta el año 2011. A pesar de los últimos avances, los más importantes grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch denuncian constantemente la falta de protección a los derechos humanos en el reino.
En el plano internacional, a pesar de ser un país donde el islam se aplica rigurosamente, mantiene relaciones tensas con otros países musulmanes tales como Siria o Irán, entre otros. Además, la monarquía saudí es un aliado vital tanto militar como petrolero de la Unión Europea, Japón y, especialmente, Estados Unidos. En enero de 2016 rompió sus relaciones diplomáticas con Irán luego de las protestas de ese país por la ejecución del clérigo chií Nimr Baqr al-Nimr.