La Isla de Man es una dependencia de la Corona británica formada por una isla principal y algunos islotes situados en el mar de Irlanda, entre Irlanda y Gran Bretaña. El soberano es el monarca británico, en calidad de señor de Man, quien es representado por el gobernador general. Su representación internacional y defensa son responsabilidades del Gobierno del Reino Unido.
Como el resto de dependencias, no forma parte del Reino Unido, ni de la Unión Europea ni del Espacio Económico Europeo, aunque sí pertenece a la unión aduanera de la Unión Europea, de acuerdo con el Protocolo 3 de la Ley de Adhesión del Reino Unido (1972), por lo que se beneficia del libre movimiento de bienes industriales y agrícolas. Como miembro del Common Travel Area, se permite, asimismo, la libre circulación de ciudadanos del Espacio Económico Europeo.
La isla de Man ha estado habitada desde 6500 a. C. y ha recibido influencia celta desde el siglo V d. C. La isla pasó a ser un reino vikingo en la Edad Media, sumiso a la influencia anglosajona. En 979 se estableció el Tynwald, el parlamento democrático que pervive aún más antiguo del mundo. Durante su historia, la isla ha pertenecido a los reinos de Noruega, Escocia e Inglaterra. La isla de Man forma hoy parte de las seis naciones celtas, junto con Bretaña, Cornualles, Escocia, Gales e Irlanda.
La isla tiene 572 km² de superficie y poca elevación sobre el nivel del mar, con 621 metros de altitud máxima en el monte Snaefell. En torno a ella se ubican algunas islas pequeñas, como Calf of Man, St Patrick y St Michael.